¿Cómo comunicar en tiempos de coronavirus?

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La pandemia puede paralizar o alterar los planes de comunicación política, pero también ser una oportunidad para redefinir la agenda y caminar, paso a paso, con credibilidad. Seis consejos de comunicación digital.

Desde el primer caso de covid-19 en la Argentina, y luego con las medidas de aislamiento preventivo obligatorio dispuestas por el Presidente Alberto Fernandez, los planes de comunicación se vieron –naturalmente- alterados. Los equipos de comunicación en marcha corrieron con ventaja: tener un dispositivo activado siempre es positivo en momento en que se requiere reaccionar a tiempo. Pero no siempre es fácil actuar en momentos de crisis, y menos aún si es una situación novedosa, como se da actualmente con la pandemia del coronavirus.

En Salto Agencia estamos acompañando y trabajando de cerca con nuestros clientes, con nuestra experiencia. Y también aprendiendo de lo nuevo que nos trae. A partir de esto, compartimos algunas ideas sobre Comunicar en tiempos de coronavirus:

1. No esperar. Que esta situación no detenga ni pause los planes.

 

Dejar de comunicar implica que en algún momento va a haber que retomar los planes y eso será más costoso. En nuestra experiencia, redefinir los planes ante la pandemia da resultado y genera credibilidad. Existe una gran demanda de las personas por tener información en esta situación. Si ocupamos un lugar público de algún tipo, es bueno tener un plan de comunicación acorde y aportar a esa demanda con información confiable.

2. Decir la verdad y ser consistente.

 

Eso implicará que tal vez los planes de comunicación se reduzcan, que lo que tengamos que comunicar sea menos que en una situación normal (porque algunas actividades o la mayoría se suspendan, porque haya que esperar o porque lo que tengamos que comunicar dependa de autorizaciones o de resultados o de otras personas), pero eso que tengamos que decir tiene que ser claro y estar ordenado. También, en esos momentos donde se produzca una espera o haya una pausa, es bueno explicar por qué eso sucede, si fuera el caso. Eso también hay que explicitarlo.

3. La política en estos momentos no se detiene.

 

Es más, es una de las actividades que tiene que seguir dando respuesta y esto implica comunicar bien. Comunicar bien es diferenciarse, es hacerlo de la manera profesional y al mismo tiempo ser parte de un relato global. Global significa ser parte del mundo, de un gobierno nacional, pero también de nuestro espacio local, lo propio a lo que tenemos que dar respuesta todos los días: nuestro público. Tener el control de esa agenda significará haber ganado a futuro, cuando la situación de excepción vuelva a la normalidad, aunque hoy no podamos ver cuándo eso vaya a suceder.

4. Los objetivos cambian.

 

No todo va a ser importante en una crisis: los objetivos y las prioridades cambian. Por eso es importante tener una estrategia, en todo caso para redefinirla, pero hay que tener una. Y la estrategia luego tiene una agenda, un día a día. El riesgo de no conocer los objetivos es repetir la agenda de los otros. Eso, en una pandemia, es quedar sumergidos en un contexto de una gran cantidad de mensajes y perder nuestro lugar particular. Nuestro espacio, durante este momento de excepción, será menos destacado, tal vez, si no estamos en un lugar de protagonismo. Lo importante es no perder lo construido.

5. Los tiempos se redefinen.

 

Todo lo anterior se puede hacer con calma, sin estridencia, humanamente. El horizonte futuro no va a ser el de grandes promesas, va a ser muy distinto al de las grandes promesas, al de una campaña electoral. Eso no significa que no se pueden dar respuestas. Tiene que haber comunicación para los días venideros. La comunicación del día a día, de mañana o de la semana que viene, también es comunicación.

6. La información es recompensa.

 

En este contexto donde hay muchos mensajes y desinformación, cuando logramos encontrar con nuestros clientes un lugar de información útil en la sociedad, de dar respuesta y responder a las demandas, eso genera una recompensa. El lugar relevante, en momentos de crisis, es recompensado. Desde la comunicación ayudamos con un ordenamiento de contenidos, presentaciones audiovisuales claras, un timing para responder, una medición de lo que se necesita. En síntesis, quien esté dando respuestas de una manera clara, va a beneficiarse.

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