Desafíos digitales para la libertad de expresión y la inteligencia artificial

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WPFD 2022: Abordando los desafíos digitales para la libertad de expresión a través de la Recomendación de la UNESCO sobre la Ética de la IA

El 3 de mayo de 2022 la UNESCO organizó una sesión plenaria de alto nivel denominada “Abordando los desafíos digitales para la libertad de expresión a través de la Recomendación sobre la Ética de la IA”.

La plenaria fue moderada por Natalia Zuazo, Consultora del Sector de Comunicación e Información de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe. Zuazo estableció las complementariedades entre la Declaración de Windhoek+30 y la Recomendación sobre la Ética de la IA, dos instrumentos que facilitan la interacción entre las comunidades de práctica. “Estas herramientas comparten puntos en común para promover la transparencia, la rendición de cuentas y procesos más abiertos para la toma de decisiones de múltiples partes interesadas, al mismo tiempo que desarrollan el desarrollo de capacidades en diferentes niveles”, dijo.

Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, preparó el escenario presentando la Recomendación sobre la Ética de la IA y la forma en que los valores, principios y áreas de políticas de la Recomendación abordan cuestiones relativas a la privacidad y la libertad de expresión, proponiendo igualmente la necesidad de un nuevo modelo de negocio para la gestión y protección de datos.

Dado que la IA tiene un impacto de gran alcance en todas las libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión, deseo subrayar que la autorregulación es insuficiente para controlar las desventajas de la IA. Tales normativas voluntarias podrían ser fácilmente ignoradas a la hora de buscar beneficios. Creemos que las políticas importan, los marcos regulatorios importan y pueden lograr resultados positivos al equilibrar una protección sólida a la vez de  posibilitar que la libertad de expresión prospere.

Desafíos y oportunidades de la IA y la libertad de expresión

Es posible utilizar herramientas como la IA positivamente para profundizar la libertad de expresión y la libertad de prensa, dijo Fabrizio Scrollini, Director Ejecutivo de la Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos (ILDA). “Vemos que las salas de redacción utilizan la IA para mejorar sus habilidades analíticas, explorar casos de corrupción y asimilar grandes conjuntos de documentos, los que no sería posible comprender verdaderamente sin la ayuda de la IA”, dijo.

Sin embargo, reconoció que existen desafíos como la gobernanza de datos que impiden que la libertad de expresión prospere por el uso de la IA. “Estos hermosos algoritmos son tan buenos como los datos que obtienen”, prosiguió, “pero no obtenemos buenos datos porque nuestros sesgos y nuestra historia nos lo impiden”.

Asimismo, Alfonso Peralta Gutiérrez, Juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Penal n. 1 de Roquetas de Mar, España, manifestó que “Debemos saber que la IA es como un cuchillo. Tiene sus lados buenos y malos”.

Puede impulsar la libertad de expresión, pero al mismo tiempo, puede dañarla. Se puede utilizar para crear noticias falsas, desinformación o ultrafalsos (deep fakes), pero también puede ayudar a identificarlas.

Rumman Chowdhury, Directora del área de Ética, transparencia y responsabilidad del aprendizaje automático en Twitter, señaló que la selección de contenidos sucede en todo tipo de plataforma mediada digitalmente. Chowdhury subrayó que para utilizar la IA de manera responsable, uno debe ser consciente de dónde se crea el contenido y qué narrativas tecnológicas son las que más se enfatiza. Además, es necesario destacar las voces para poder garantizar que se escuche a más personas.

Al convocar a un debate mundial sobre el papel de las plataformas digitales, Rodica Ciochina, Oficial de Programas de la Unidad de Medios y Gobernanza de Internet del Departamento de Sociedad de la Información de la Dirección General de Derechos Humanos y Estado de Derecho del Consejo de Europa, mencionó: “Las plataformas digitales necesitan darse cuenta del poder que detentan y que este conlleva responsabilidades, a la vez de configurar el discurso público y sus consecuencias. No debemos olvidar que en el complejo ecosistema digital de hoy en día, contribuir al uso pleno de los beneficios de la innovación es una responsabilidad compartida, tanto para los actores y usuarios públicos como para los privados”.

Momentos centrales de la sesión

Además de la plena aplicación de la Recomendación de la UNESCO sobre la Ética de la IA, el panel también debatió acerca de otras formas para abordar los desafíos de la IA sobre la libertad de expresión.

En primer lugar, es necesario organizar a las comunidades y darles voz, utilizando un diseño inteligente para ayudar a los regímenes de datos a reflejar valores inclusivos y democráticos. Según Scrollini, “la situación es que no van a escucharnos a menos que nos organicemos y nos aseguremos de tener a cada parte presente en la mesa”.

En segundo lugar, desde una perspectiva judicial, los jueces y profesionales del derecho del mundo entero deben tener una comprensión básica de las aplicaciones de la IA en el contexto judicial. Por ejemplo, el Curso Masivo Abierto en Línea (MOOC) de la UNESCO sobre la IA y el estado de derecho capacita a operadores judiciales a nivel mundial para comprender las iniciativas de IA en los sistemas judiciales del mundo entero.

Por último, las plataformas en línea deben equilibrar la protección de los derechos de las personas a la privacidad y la seguridad con la necesidad de transparencia y rendición de cuentas. Twitter, por ejemplo, invirtió en iniciativas como la “recompensa por sesgo algorítmico” con el fin de detectar el sesgo de código abierto y la tecnología que prioriza la privacidad.

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